miércoles, 9 de noviembre de 2016

Experiencia familiar en contacto con la naturaleza


Siempre me había gustado estar en contacto con la naturaleza y desde que tenía 20 años hacía escapada con mis hermanas todos los fines de semana ya fuera de acampada, a casas rurales o en general cualquier lugar alejado de la civilización.

Sentía el poder que ejercía el bosque en mi y cuando regresaba a casa me sentía un hombre nuevo, sabía que tarde o temprano terminaría dejándolo todo y yéndome a vivir por mi cuenta cultivando mi propia comida y de la pesca o la agricultura.

Mucha gente de mi familia pensaba que estaba loco, sobretodo mis primos puesto que ellos preferían la ciudad, salir de fiesta y lo que suelen querer los jóvenes a esa edad, pero por suerte tenía el apoyo de mis hermanas mayores y no estaba solo en esta aventura.

Hace dos años al fin cumplí mi sueño y tanto mis hermanas como yo nos fuimos juntos a una casa de madera que compramos en medio de la nada. Ninguno de los tres teníamos pareja o hijos, así que sin ningún tipo de ataduras comenzamos una historia que nos ha hecho felices.

Este contacto con la naturaleza hizo que surgieran sentimientos entre nosotros y pese a que no está bien visto y sé que puede resultar extraño para cualquiera, mis hermanas y yo mantenemos relaciones sexuales y hemos llegado a hacer los tres orgías familiares. Nos une el amor y obviamente el sexo es imprescindible en nuestras vidas, por lo tanto lo llevamos de maravilla y no nos arrepentimos de nada de lo que hacemos, tampoco tenemos que dar explicaciones a nadie.

Pese a que jamás me lo hubiera planteado siquiera, el incesto forma parte de nuestras vidas y desde dentro os puedo asegurar que se vive de una forma muy diferente, nos queremos mucho y nuestras relaciones sexuales son siempre placenteras y naturales, no forzamos nada y creo que jamás había sentido esto cuando estuve con otras mujeres. Ellas por su parte están encantadas y digamos que me he convertido en el macho alfa de la manada, cada uno tenemos nuestros cometidos y vivimos en armonía con lo que nos rodea.

Bajo ningún concepto lo nuestro se parece a lo que podáis ver en un video de porno familiar porque es mucho más que "echar un polvo", nuestros sentimientos fluyen y nos dejamos llevar, pero he de decir que somos muy tradicionales y no hacemos cosas raras. Algunos de nuestros lectores posiblemente hayan tenido fantasías sexuales pensando en sus hermanas o en sus primas y a ellos debo decirles que no están locos o enfermos, somos humanos y por lo tanto hay ciertos impulsos o sentimientos que no se pueden controlar, aunque si se deben...

No sé como acabará nuestra aventura ni tampoco me importa, pero a día de hoy puedo decir que hago lo que quiero, vivo donde me da la gana y soy feliz, ¿que más puedo pedir?.